Llega septiembre

Mira el calendario y asustada se da cuenta que en unos días llegará septiembre, pronto volvería a estar entre esas cuatro paredes que no le dieron mas que disgustos.

Imágenes le vienen a la cabeza, intenta frenarlas, no puede, los recuerdos vuelven, y con ellos, todo el dolor acumulado.

Todas esas imágenes tienen un mismo escenario, los pasillos de un instituto y una clase. Todas empiezan de la misma forma, ella sentada, sola, en un pupitre con la cabeza agachada mirando al suelo.

Poco después de empezar las clases, ella ya tiene que aguantar susurros  a su espalda, seguidos de patadas al respaldo de su silla. Pero eso no es suficiente para ellos, los que ella tiene que llamar compañeros, no, no es suficiente, así que siguen con tirones en el pelo y dejándola en ridículo. A esto le siguen insultos y algún que otro golpe.

Ella siente que no puede más, está harta de todo, pero tiene miedo, se siente sola y asustada. Terminan las clases y ella huye del instituto rápido, pero intenta no llamar la atención, pero allí se los encuentra en la salida donde todavía quieren "divertirse" un poco más.

Llega a su casa, dolorida, oculta a su madre todos los golpes y se encierra en su habitación. Sola,en su habitación, la culpabilidad se apodera de ella, no para de pensar que todo es culpa suya, que todo lo que le ocurre es culpa suya, y es que te todo lo que ella piensa, se lo inculcaron los demás a través de golpes e insultos.

Vuelve a agosto, allí está, sentada en su cama, con el calendario arrugado en la mano, las lágrimas empiezan a decender por sus mejillas y con ellas todo el dolor y el miedo que lleva en sus venas.

http://www.youtube.com/watch?v=KxM_OHkc5p8 (Hero, Superchick)

Prefacio de la novela!

Tic, tac, tic, tac, el tiempo pasa, donde estás, te estoy esperando. Tic, tac, tic, tac, te dije que solo esperaría una hora y ya han pasado veinte minutos, tu tiempo se acaba. Te espero sentada, tú no llegas, tú no apareces.

Miro el reloj, tu tiempo se agota, te quedan treinta minutos. No llegas, tengo miedo, me prometiste que vendrías, ahora lo dudo, por favor no me falles. Tic, tac, tic, tac, pasa el tiempo, las manecillas se siguen moviendo.

La gente pasa, me saluda, me sonríe, pero no son la persona que estoy esperando. Ya solo quedan veinte minutos para que se cumpla el plazo, y yo vuelva a esos trenes, sola.

Porque...

Porque llega un momento en el que no puedes más, sientes que has hecho todo lo posible para seguir adelante, pero parece que no ha sido suficiente. Porque no has parado de tropezarte y al final te has caído, y no tienes fuerzas para volverte a levantar, porque ves que todo lo que has hecho no tiene sentido, que todo el esfuerzo no valió la pena, que solamente perdiste el tiempo. Recuerdas todos los momentos vividos, todas la veces que casi consigues ser feliz, pero siempre llegaba alguna persona y sin saber como te empujaba hacia un agujero que ni tú mismo podías salir de él, cuantas veces se ha repetido esa escena, demasiadas pienso yo. Porque cuantas veces cuantas veces has escuchado un te quiero, cuantas veces te han hecho sentirte la persona más especial del mundo, cuantas veces te han dicho cosas que no sabrás si son verdad, cuantas veces has caído en la misma trampa, y no paras de preguntare que cuanto tiempo tendrás que esperar para que una persona te diga de verdad todas esas cosas, que en las palabras que te diga no haya ninguna mentira y que cuanto tiempo tendrás que esperar para escuchar un te quiero y que cada una de las letras que lo componen sean verdaderas... "Por mi parte yo me he preguntado esto demasiadas veces..." Porque en definitiva, muchas veces las circunstancias te superan...   

Que no te venzca el miedo- capítulo 3

Estela se sentía cansada, pero no podía dormirse por si acaso él regresaba. Se le había hinchado el pómulo y el labio, le dolía mucho, pero ahora eso no le importaba, solo quería volver a su casa, con su hermano. David, era la primera vez que pensaba en el desde que ocurrio esto, estaría preocupado.

De repente, sonaron unas pisadas, alguien se acercaba. La puerta se abrió y ella tuvo que cerrar los ojos para poder protegerse de la claridad. Él traía una cámara.

Poco depués la cámara se encendió y le ordenó que se despidera de su hermano...

Al concluir es discurso él apagó la cámara y se marcho, y allí Estela pasaría otra noche más esperando a que alguien viniera a salvarla.

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David se depertó temprano, el cartero acababa de llegar. Tenía correo, era un paquete, que sería, él no había realizado nigún pedido.  Entró en el salón, se sentó y abrió el paquete, era un DVD, junto a él había una nota que decía : " si quieres sabes que pasa, ve el vídeo".

David corrió hacia el DVD y lo metió. Poco depués el vídeo se empezó a reproducir. Era Estela, estaba herida, que estaba pasando. Entonces ella empezó a hablar:

"David, mi enano favorito, lo primero quiero decirte que te quiero, que aunque me regañabas porque decias que era un poco cabezota, te quiero y mucho. Debo despedirme de ti, pero yo no quiero. Pero me están obligando,  a si que adios, cuidate mucho David, creo que no nos vamos a ver nunca más porque la verdad no se que va a pasar, pero recuerda que te querio mucho y que pase lo que pase siempre te recordaré. Adios."

David no se lo creía, que estaba pasando, no podía ser Estela, su hermanita, su niña pequeña, no podía ser. Poco después rompió a llorar, simplemente no le podía estar pasando eso a él.

Que no te venca el miedo - Capítulo 2

Estela se sobresaltó, un hombre le estaba apuntando con una pistola en medio de un vagón del metro, eso solo pasa en la películas, pensó, pero ahora mismo esto lo estaba viviendo, era la vida real. Decidió hacer todo lo que él le dijera hasta que encontrara la oportunidad de escapar.

Le obligó a bajarse en la siguiente estación, le hacía caminar deprisa, cuando ya subían por los escaleras mecánicas, ella giró en dirección a la salida, pero él, con fuerza, la dirigió hacía el otro lado donde solo había una puerta, la abrió con una especia de tarjeta y la empujó dentro.

Solo había una silla, la ordenó que se sentara, ella obedeció. La amordazo a la silla, y la tapo la boca con un cinta americana para que no pueidera chillar. Pareció que se iba a marchar pero justo antes de abrir la puerta, se dio la vuelta, le dio una bofetada y se fue sin dar niguna explicación.

Y así pasaron horas, ella y la soledad, y lo único que le acompañaba era el ruido de los trenes al pasar.

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Eran las 19:00, ya habían pasado dos horas desde que llamó por última vez ¿Qué diablos habría pasado? ¿y si su hermana había sufrido un accidente de tren? Eso era imposible, habría salido en el telediario, pensó David.

Algo le había ocurrido, en ese trayecto desde el centro de la ciudad hasta su casa. Algo le había pasado y sentíaque no era nada bueno.

Se sentó en esl sofa, intento tranquilizarse, se habría entretendio con alguna amiga, o quizas su novio le había sorprendido por esas calles abarrotadas de gente. Tampoco, era imposible, Estela siempre avisaba que iba a retrasarse, aunque solo se fuera a retrasar unos minutos.

Algo malo le había pasado, pero hasta que no estuviera seguro no podía hacer nada.

CONTINUARÁ...